La psicomotricidad que vamos a realizar en la guardería tiene como objetivo estimular todos los sistemas que intervienen en el procesamiento sensorial, como el sistema vestibular (permite situarse y coordinarse en el espacio. Es el responsable del posicionamiento ante el movimiento, la gravedad y el equilibrio (problemas: tono muscular, equilibrio…), el sistema propioceptivo (percepción de los movimientos, su velocidad y dirección, la posición del propio cuerpo y la fuerza muscular. Valora el tono muscular, el control postural, el planeamiento motor y la regulación de estado de alerta (niño torpe, problemas de lateralización, integración bilateral…)) y el sistema táctil (funciones principales, una protectora y otra de discriminación táctil). Estos sistemas son la base para un desarrollo “típico” del niño, y que a su vez les favorece para el desempeño escolar (en las actividades lectoras, matemáticas, capacidades del lenguaje, atención, autoconfianza, seguridad y equilibrio interior)
Con esta intervención se puede identificar signos de alarma que sugieren un desorden de procesamiento sensorial y recomendar estrategias que promuevan la regulación y favorezcan el desempeño de estos niños en su vida diaria.